GESTIONAR EL PASTO, CLAVE PARA UN MANEJO EFICIENTE Y PRODUCTIVO
Optimizar la producción, calidad y persistencia de forrajes y pasturas
impacta en la conversión animal y en la rentabilidad de los establecimientos
ganaderos. Para esto, es fundamental conocer la tasa de crecimiento, consumo y
desperdicio mediante un constante monitoreo.
Incrementar el consumo del
forraje de alta calidad producido por las pasturas es la manera más económica y
sostenible de aumentar la productividad de las empresas ganaderas. Para esto,
es clave realizar un manejo eficiente
del pasto y su pastoreo. Para enfrentar este desafío, especialistas del INTA brindaron las pautas en una charla
en el Congreso Aapresid 2025, en
agosto en el Predio Ferial de La Rural.
Según expresó Germán Berone
-investigador del INTA Balcarce, Buenos Aires-, quien expuso sobre “¿Cuáles son las claves para una buena
gestión del pasto?”, junto con Martín
Bigliardi, representante de la empresa Gentos, “mediante un manejo eficiente es posible obtener una máxima producción
y cosecha de forraje de calidad y una adecuada persistencia de la pastura”.
Y agregó: “La optimización de
estos factores permite convertir en producto animal, día a día, la mayor
cantidad posible de la energía y nutrientes que ofrecen nuestras pasturas y
verdeos”.
En este sentido, subrayó la importancia de monitorear y conocer la
cantidad de pasto (kilogramos de materia seca por hectárea, kgMS/ha) y la tasa
de crecimiento diaria (kgMS/ha/día) que ofrecen las pasturas y verdeos para
llevar adelante un manejo eficiente de los recursos.

Asimismo, destacó los beneficios de invertir para conocer y manejar de
manera eficiente el recurso más importante y barato de la ganadería: el pasto. “Hay que recordar que es el principal
alimento de los sistemas pastoriles y, para poder utilizarlo eficientemente,
como ocurre en cualquier sistema de producción, se debe conocer el stock de
pasto en tiempo real la disponibilidad y su tasa de crecimiento”,
sentenció.
Para optimizar producción, calidad y persistencia, Berone recomendó “mantener -durante todo el año y en toda el
área bajo pastoreo- un valor promedio de biomasa o stock de pasto y consumir -a
diario- una cantidad de forraje por hectárea similar a la tasa de crecimiento
diaria por hectárea”.
Y advirtió que, “aquellos
sistemas que diariamente consumen más pasto del que crece por día reducen el
valor de stock establecido, afectan los rebrotes subsiguientes, deprimen la
productividad de la pastura en el corto plazo e incluso afectan su perennidad
por sobrepastoreo”.
En cambio, los sistemas que consumen a diario menos pasto del que
crece, aumentan el valor promedio de stock, pero son ineficientes desde el
punto de vista productivo porque una gran parte del forraje producido muere y
se cae en lugar de ser consumido por los animales. Incluso, -agregó Berone-
suelen incurrir en suplementación innecesaria.
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En conclusión, “consumir mayor o
menor cantidad de pasto del que crece reduce el uso eficiente y sostenible de
los recursos”, afirmó el especialista del INTA. A su vez, señaló que,
además de la tasa de crecimiento, se debe prestar atención a otras cuestiones
como la cantidad de biomasa disponible a la entrada y la salida de los animales
en cada potrero y el tiempo de ocupación de las parcelas, entre otros aspectos
complementarios.
Fuente: INTA Informa